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Estamos ante una breve monografía, desde el punto de vista histórico-artístico, de la iglesia de San Bartolomé de Gollano, pequeña localidad ubicada en el valle de Améscoa Baja (Navarra). Sus elementos más antiguos realizados en estilo protogótico, portada sur, nave y algunas cabezas pétreas, se remontan al entorno de 1200. Posteriormente la fundación de una colegiata en 1480 por el relevante personaje amescoano Don Fernando de Baquedano, titular del palacio-fortaleza y cabo de armería del linaje de los Baquedano en Gollano, y patrono de la colegial al igual que sus sucesores, revitalizó el complejo de la colegiata y le otorgó brillo e influencia. Fue capellán y secretario del rey de Aragón y Navarra Juan II, secretario de los obispos de Pamplona Nicolás de Echávarri y Alfonso Carrillo, Protonotario Real, Consejero de los Reyes de Navarra Juan de Albret y Catalina de Foix. No se conservan los muchos retablos que tuvo la iglesia pero sí algunas esculturas puntuales, una sillería gótica del mecenas fundador y abundante documentación archivística, especialmente en la Sección de Procesos del Archivo Diocesano de Pamplona, que nos informa sobre ellos y sobre la intrahistoria de la colegial y del lugar. A pesar de su decadencia progresiva, de los robos sufridos, especialmente durante la guerra de la Independencia, de haber sido despojada de sus diversos retablos, aún mantiene un halo de seducción que atrapa al visitante.
