Apeo, visita y reconocimiento de los mojones divisorios de la Parzonería de Encia con Larraona, comenzando en la ermita de San Vicente.

Se le hacen honras fúnebres en San Martín, a don José Ignacio García de Eulate, “Presbítero Capellán que fue de la Basílica del Santo Cristo de las Agonías de la Casa Real de Urbasa”.

Don Juan Remírez de Baquedano, Caballero de la Orden de Calatrava, Marqués de Andia, del Consejo de su Majestad, Comisario Apostólico General de la Santa Cruzada y demás gracias, residente en Madrid, obtiene indulgencias del Papa Inocencio XIII para Aranarache.

Mandatos del Visitador del Obispado de Pamplona a la parroquial de Baquedano. Entre otros, el Visitador reprende seriamente al Abad (párroco) Gonzalo de Eulate, de lo que deja constancia, y manda “que su escrito sea leído cláusula por cláusula en la lengua materna que es la bascongada”.

Fallece en Larraona Don Pedro de Ochoa de Baquedano, Cura y Beneficiado de Larraona. Firma como testigo Andrés de Heredia, cirujano residente en el lugar de Larraona.

Fallece en Baquedano, Joan de Andueza, Cirujano.

Johan Remírez de Baquedano es capitán de la fortaleza de Eulate y la guarda con 19 lanceros. Rodrigo de Eulate, abad de Mirafuentes, está al frente de la fortaleza de Larraona (la iglesia fortificada) y Bertrán de Améscoa, que parece pluriempleado, guarda la fortaleza de San Martín, además del castillo de Monjardín.

Carlos III ordena al Tesorero del Reino, que entregue a su chambelán Gonzalvo de Baquedano, 60 florines, que se le debían por dos corceles que se le compraron.

Perdón real de impuestos a Aranarache, Eulate y Larraona por haber perdido sus cosechas a causa de la piedra (granizo).