Fallece en Aranarache Víctor Díez de Arizaleta y Fernández de Barrena, viudo, de 92 años de edad. Se cita por su longevidad.

“Bajaron a Larraona, de la sierra próxima que llaman de las Limitaciones, a Antonio Díaz, vecino de Baquedano, viudo, de 64 años, labrador dedicado al laboreo de carbón, enfermo por falta de alimentación, según aseguró su hijo y otros compañeros de oficio”. Falleció.

Es hallado el cadáver de Genaro Pérez, de 46 años, natural de Ecala y vecino de Metauten, pastor y enterrador de oficio. Su cuerpo fue encontrado en términos de Larraona “en el paraje del río y bajo la barga de Amasobe. Fue reconocido por los Señores Licenciados en Medicina de Alsasua y Améscoa Baja, Don Francisco Guitarte y Don Ildefonso Albéniz” que imputaron su fallecimiento “a una congestión cerebral y torácica producida por una caída”. “Desapareció, según su hijo Andrés, el día 04/08/1878 y, según parece, cayó desde un paso difícil”.

Epidemia de cólera morbo que afecta a todo el valle y causa un número elevado de muertes. El primer fallecimiento se produce en San Martín y se trata de Antonio López, del que se dice que “es el primer adulto muerto por el Cólera Asiático, por cuyo motivo no se introduce su cadáver en la iglesia, ni se hace demostración alguna hasta que no termine la epidemia”. En el libro de Difuntos de Zudaire, el propio párroco, Mariano Velaz, excusa errores en sus anotaciones diciendo: “Estas partidas pertenecen a la página 43 donde se pasaron por inadvertencia, motivada de que habiendo enfermado yo con el mismo mal de cólera morbo, en la extenuación se me ha invertido el orden de las defunciones”.

Es beatificado por Pío IX Esteban de Zudaire.

La Ley Paccionada dispone, con relación a los aprovechamientos en Urbasa y las Limitaciones, en su artículo 14, la permanencia de los privilegios de los pueblos.

Las tropas isabelinas al mando de los generales Figueras y Oraa se dirigen desde Contrasta hacia Eulate, donde paraba Zumalacárregui. Éste se retira hacia Artaza. A fin de cortarle el desplazamiento, salen varias columnas de Estella hacia Galdeano. Por el lado oeste, Figueras y Oraa llegan a Eulate a las 12 horas. Zumalacárregui, contra toda lógica, sale al encuentro de las columnas que vienen de Estella y las ataca en las Peñas de San Fausto. Con un único muerto y diez heridos, Zumalacárregui causa 250 muertos a los liberales, se apropia de un cuantioso botín y coge prisionero al Conde de Vía Manuel. 

Mandatos del Visitador del Obispado de Pamplona para la iglesia de San Martín. “… la ermita de San Bricio se halla bastante deteriorada y expuesta continuas ruinas y menoscabos, por la mucha fragosidad y lo empinado y desigual de su situación local y a que por la distancia y quebrado del camino experimentan los fieles notable incomodidad en las concurrencias a ella. Y respecto a que el pueblo de buena fe, todo esto ha manifestado sus deseos de mejorar la expresada ermita, prestándose gustosos a contribuir en parte según sus facultades a estos gastos, mandamos se traslade a otro sitio más llano, cómodo y que esté más próximo para la concurrencia de los fieles, empleando en la nueva fábrica los materiales que puedan aprovecharse de la actual.”

Se hace relación de mozos y viudos sin hijos del valle de Améscoa la Baja, de cara a su alistamiento para el conflicto que se había iniciado con los franceses y para el que se habían reclutado ya a 40 vecinos del valle que “servían en la frontera”. La relación que se cita incluía los siguientes alistados por lugares: Artaza (5), Baquedano (6), Baríndano (4), Ecala (8), Gollano (2), San Martín (11), Zudaire (16) y Urra (1).

Petición de los regidores y vecinos de Baríndano para que el alcalde de Améscoa Baja se pronuncie sobre la obligación de todos los vecinos a atender mesón, taberna y panadería, al no haberse hecho cargo de las mismas ningún arrendador. La respuesta es inmediata y tajante. Todos los vecinos deben contribuir al buen funcionamiento de los establecimientos citados, haciéndose cargo cada uno por un período de veinte días al año.

Litigio planteado por el Marqués de Andia, oidor del Real Consejo, natural y vecino de San Martín de Améscoa, residente en Madrid, contra los valles de Améscoa Alta y Baja, reclamando su derecho a los aprovechamientos de hierbas y aguas del Monte Limitaciones, alegando tener casa abierta en San Martín.

Litigio entre Juan Remírez de Baquedano, Caballero de la Orden de Calatrava, Marqués de Andia y Urbasa, Señor de Urbasa y de los palacios de Ecala, San Martín, Zudaire y Baquedano y de las pechas (impuestos) de los valles de Améscoa Alta y Baja, vecino de Madrid, de una parte, y contra él, los valles de Améscoa Alta y Baja, por haber intervenido en el reconocimiento y levantamiento del cadáver de Tomás Díaz de Ecala, vecino de Baquedano, fallecido en Limitaciones. Entienden los amescoanos que la autoridad civil del Maqués de Andia sobre la sierra de Urbasa, no es aplicable en sus Limitaciones.

Pleito del Estado de hidalgos del valle de Améscoa Baja, contra Juan Díaz de Ecala, vecino de Ecala, Juan Miguélez, vecino de Baquedano, y otros, sobre su obligación de tañer las campanas para convocar juntas y otros asuntos.

San Martín. Se produce la primera cita documentada en el valle de la ermita de Done Loria, nombre primitivo que se daba por los amescoanos a las santas Nunilo y Alodia.

Litigio de Catalina de Echebelz, viuda de Sebastián de Baquedano, junto con su hijo, Fernando de Baquedano, señor de los palacios de Gollano y Lácar, contra el valle de Améscoa Baja, sobre derecho de vecindad para sus caseros.

Se inicia pleito promovido por los parzoneros de Encia contra los valles de las Améscoas, por haber talado estos el conocido como “Roble Hermoso” o “Aritzederra”, que era considerado como mojón divisorio entre las Limitaciones y Encia.

Privilegio del Rey Juan II a Fernando de Baquedano y a los vecinos de Gollano. Había visitado unos días antes Gollano y da privilegio de hidalguía a sus cinco vecinos y a los moradores del Palacio. Dice el privilegio que "los habitantes de Gollano son declarados Hidalgos" y que "han de ser ingenuos, francos y libres de pechas y moravedís, así como de otra carga real o personal, aun en caso de casamientos de reyes o príncipes, auxilio de gentes de armas, peajes y cuarteles. Los mismos privilegios se hacían extensivos a quienes, desde otros puntos de Améscoa, fueran a poblar Gollano. 

Johan Remírez de Baquedano es capitán de la fortaleza de Eulate y la guarda con 19 lanceros. Rodrigo de Eulate, abad de Mirafuentes, está al frente de la fortaleza de Larraona (la iglesia fortificada) y Bertrán de Améscoa, que parece pluriempleado, guarda la fortaleza de San Martín, además del castillo de Monjardín.

La reina ordena al recibidor de Estella y al notario Martín Xeméniz de Sotés, que se entreguen 15 cargas de vino a las gentes que estaban en la frontera de Améscoa, incluyendo a Remiro de Baquedano y capitanes de dicha tierra. Serían para calentarse, ya de cara al otoño.

Lope de Baquedano es alcaide del castillo de Laguardia.