Obtiene ejecutoria de hidalguía Johan Garcia de Albizu y Baquedano, vecino de Eulate, como descendiente directo “de los dueños y señores de la casa y solar de Albizu” de Aranarache.

Demanda de los hidalgos del valle de Améscoa Baja contra los labradores del mismo valle, sobre obligaciones de los buruzagis en la citación de los pleitos. 

“Domingo por la mañana, una hora después de amanecido, cayó piedra en los lugares de Baríndano, Zudaire y Baquedano y sus términos de ellos en tanta cantidad, que echó a perder todo el fruto de la tierra, de tal manera que no se cogió casi nada y no hizo daño en los otros lugares… ni en la sierra de Larraiza …”.

Degollación del Beato Esteban de Zudaire. Pertenecía a la Compañía de Jesús y formaba parte de una expedición que se incorporaba a las misiones de Brasil. El barco fue atacado, cerca de Canarias, por el Vicealmirante de Juana de Albret, Reina de Navarra, Jacques Sourié. Llevaba una tripulación de 300 hombres y abordó al buque Santiago, navío portugués en el que viajaban los jesuitas con destino a Brasil. Intimó al capitán del Santiago a rendirse, pero el capitán portugués ordenó el ataque, pese a contar sólo con 40 hombres. Los corsarios perdonaron la vida a soldados, marineros y pasajeros ordinarios, pero mataron a los religiosos y a mandos del buque.

Donación real vitalicia a favor de Johan Ferrándiz de Baquedano, escudero, del molino del valle de Amescoa, junto con las pechas del mismo y del de Arana (Améscoa Alta), más derechos de puertos , sacas, peajes y bailíos pertenecientes al rey, considerando los servicios prestados para reducir a la obediencia a los lugares rebelados, así como la defensa de la fortaleza de Belmecher en Estella con grandes gastos. Se manifiesta que la pecha de Amescoa suponía más de 56 libras anuales. El bailío, 70 sueldos. El tributo de los molinos y la heredad del Bardo (Zudaire), 20 cahices de trigo. La pecha de los tres lugares de Val de Arana, 75 sueldos, 14 cahices de trigo y otro tanto de cebada cada uno de dichos lugares. Y el bailío de Amescoa Alta, 60 sueldos.

Lope de Baquedano, escudero de honor de la reina, reconoce que ha recibido del tesorero del reino, 37 libras y 10 sueldos, que el rey le concedió, tanto de gracia especial por sus gastos en ir a Castilla con cartas del rey y de la reina para el rey de Castilla, para el infante Juan de Aragón y de Sicilia y para don Álvaro de Luna.

Tras haber procedido al amojonamiento de los montes de Enzia y Urbasa, se produce el reconocimiento formal de la propiedad, uso y disfrute de los amescoanos sobre las Limitaciones por Carlos III. Lo que se ratifica en Gollano, actuando como Notario Nicolás de Echavarri.

Leonor, Reina de Navarra e Infanta de Castilla, ordena el pago a Diago de Baquedano, Maestre de Finanzas, por los gastos habidos en 74 días de viaje, a Barcelona, a los Reyes de Aragón y al Reino de Sicilia, un total de 296 Florines, a razón de 4 Florines diarios.

Se forma un grupo muy numeroso de cuatreros guipuzcoanos en 
Araya y entran en Enzia para llevarse las yeguas de Aranarache. Para impedirlo, 
sube el merino de Estella con 200 infantes.