Fallece en San Martín, Martín García de Baquedano. “No ordenó testamento por haberle muerto de improviso un rayo entre los mojones de San Martín y Ecala”.

Demanda del estado de labradores del valle de Améscoa Baja, contra Juan de Arteaga y otros, vecinos de Baríndano, Zudaire y otros lugares, sobre eludir las obligaciones que les afectan, alegando ser hidalgos. 

Inventario de bienes raíces, habida cuenta de los contratos matrimoniales, del matrimonio formado por Joseph Sáenz de Baquedano y Cathalina de Albizu, moradores en Larraona. En la descripción de linderos y afrontaciones hay mención del paraje en el que estuvo situada la “hermita de Santa María la Blanca” y del Camino público que conduce a ella.

Fallece en Gollano María de Ambulodi, natural de Rentería, Ama del Licenciado Goñi, Rector de Gollano. Se le hizo entierro solemne, novena y cabo de año y se le encargaron 70 misas.

Fallece Pedro López de Galarreta, Casero del lugar de Urra, y es enterrado en la iglesia parroquial de Baquedano.

Baquedano. Se hacen las honras fúnebres a Miguel Mortal, de 14 años, hijo de Joan Mortal y María de Ecala. “Murió sin sentido, con enfermedad de lamparones, [infección de los ganglios linfáticos] que no permitió comer en veinte y más días, porque tuvo la boca llagada y sólo bebía agua”. 

Mandatos del Visitador del Arzobispado de Calahorra, para la iglesia de Aranarache: “Que en el día del Santísimo Sacramento ni en otras festividades, no se entre a disparar escopetas dentro de la dicha iglesia por el daño y la indecencia. Ni entren enmascarados y disfrazados”.

San Martín. Se produce la primera cita documentada en el valle de la ermita de Done Loria, nombre primitivo que se daba por los amescoanos a las santas Nunilo y Alodia.

Muere Hernando de Ochoa, natural de Larraona, dicho “çamarguin” (zamargin = el que hace zamarras) y fue enterrado “en una sepultura que está cerca del escaño de los mozos”.

Mandato del Visitador del Obispado de Calahorra, en la iglesia de Aranarache: “Que el cura enseñe la doctrina cristiana a sus feligreses en el lenguaje que entienden”, en referencia a la utilización del euskera en la predicación. 

Mención de que los Jurados del lugar de Aranarache reciben el patronazgo de un censo en la ermita de San Cristóbal del dicho lugar.

Obtiene ejecutoria de hidalguía Johan Garcia de Albizu y Baquedano, vecino de Eulate, como descendiente directo “de los dueños y señores de la casa y solar de Albizu” de Aranarache.

Demanda de los hidalgos del valle de Améscoa Baja contra los labradores del mismo valle, sobre obligaciones de los buruzagis en la citación de los pleitos. 

Suceso en el río Urederra. Un niño de tres años, Martín de Lizarraga, natural y vecino de Artaza, cayó al río cerca de las acequias que conducían el agua a las aceñas del molino de abajo, también llamado el Molino del Rey y estando este moliendo. El niño pasó por entre las palas de la rueda vertical y fue devuelto al río. Allí fue visto por unas mujeres a “cuyos clamores acudió Martín de Ecala, hijo del molinero, que se metió en el agua y sacó al niño sin daño ninguno, ni golpe, ni herida”. “Dice el dicho Martín de Ecala, María Mortal y Ana López (que estaban presentes) que iba como sentado en el agua o encima de ella. Por ser fededignos los sobredichos del caso tan milagroso y raro, que aun una cosa de dos dedos no puede pasar por la dicha aceña sin hacerse mil pedazos, como se ha visto muchas veces en gallinas, lechones, pollos y otras cosas, asenté aquí el sobredicho caso …” 

Litigio de Catalina de Echebelz, viuda de Sebastián de Baquedano, junto con su hijo, Fernando de Baquedano, señor de los palacios de Gollano y Lácar, contra el valle de Améscoa Baja, sobre derecho de vecindad para sus caseros.

“Domingo por la mañana, una hora después de amanecido, cayó piedra en los lugares de Baríndano, Zudaire y Baquedano y sus términos de ellos en tanta cantidad, que echó a perder todo el fruto de la tierra, de tal manera que no se cogió casi nada y no hizo daño en los otros lugares… ni en la sierra de Larraiza …”.

Ordenanzas para los comunes de Améscoa Baja. Se trata de limitar las excesivas roturas o cultivos agrícolas que se establecen en los comunes del valle, todo ello en detrimento de los aprovechamientos forestales y ganaderos. El documento es extenso y pormenorizado. Cita las piezas, su situación y los nombres de los vecinos que las cultivan, para advertirles que las abandonen o que las limiten en su situación o en sus dimensiones. 

Degollación del Beato Esteban de Zudaire. Pertenecía a la Compañía de Jesús y formaba parte de una expedición que se incorporaba a las misiones de Brasil. El barco fue atacado, cerca de Canarias, por el Vicealmirante de Juana de Albret, Reina de Navarra, Jacques Sourié. Llevaba una tripulación de 300 hombres y abordó al buque Santiago, navío portugués en el que viajaban los jesuitas con destino a Brasil. Intimó al capitán del Santiago a rendirse, pero el capitán portugués ordenó el ataque, pese a contar sólo con 40 hombres. Los corsarios perdonaron la vida a soldados, marineros y pasajeros ordinarios, pero mataron a los religiosos y a mandos del buque.

El Hermano Esteban de Zudaire, de 19 años de edad, ejerce el oficio de sastre, con el cargo de “ropero de lino”, en el Colegio de Alcalá de la Compañía de Jesús.

Fallece en Aranarache Marina de Urbasa.