Orden de la Reina a Contos para que se anoten los pagos realizados a don Rodrigo de Eulate, Abad de Mirafuentes, por sueldos abonados a gentes de armas y de a pie.

La reina ordena al recibidor de Estella y al notario Martín Xeméniz de Sotés, que se entreguen 15 cargas de vino a las gentes que estaban en la frontera de Améscoa, incluyendo a Remiro de Baquedano y capitanes de dicha tierra. Serían para calentarse, ya de cara al otoño.

Lope de Baquedano es alcaide del castillo de Laguardia.

La reina encomienda a Lope de Baquedano la guarda del castillo de Laguardia.

Coronación de Juan II de Aragón y Blanca de Navarra. Asiste, como Abad de Iranzu, Ferrant Lópiz de Baquedano.

La reina ordena entregar 12 florines a Lope Martiniz de Eulate, procurador fiscal, para la compra de 10 codos de paño de Bristol con destino a una hopa (especie de vestidura, a modo de túnica o sotana cerrada).

Alvaro de Eulate es alcaide del castillo de Petilla.

Carlos III comunica al tesorero del reino y al guarda de sus cofres que, considerando los buenos servicios que le había prestado Miguel de Urra, rector de Bacaicoa, llevándole todos los años halcones y azores, ha decidido concederle 36 libras de gracia especial.

Lope de Baquedano, escudero de honor de la reina, reconoce que ha recibido del tesorero del reino, 37 libras y 10 sueldos, que el rey le concedió, tanto de gracia especial por sus gastos en ir a Castilla con cartas del rey y de la reina para el rey de Castilla, para el infante Juan de Aragón y de Sicilia y para don Álvaro de Luna.

Errandeco de Suescun y Álvaro de Eulate, escuderos de Johancoxe de Suescun, doncel, reconocen haber recibido diferentes cantidades por sus gastos.

Carlos III, en consideración a los servicios prestados por su escudero Bertrán de Baquedano, decide incrementar sus rentas anuales, añadiendo a los 20 cahices de trigo, que percibía de los molinos de Améscoa, 18 libras y 15 sueldos más, sobre la pecha de los labradores de Améscoa.

Carlos III, considerando que Diago Lópiz de Baquedano, vecino de Ecala, es hombre hidalgo y mantiene caballo y armas a su servicio, le exime del pago de diversos impuestos.

Carlos III, considerando los grandes gastos, cargas y daños que sufren los vecinos de los lugares de Eulate, Larraona y Aranarache, a causa de los enfrentamientos que sostienen con el señor de Contrasta, que les había hecho grandes agravios y robado sus ganados, les concede reducción en el pago de impuestos que debían satisfacer.

Carlos III, considerando que Álvaro de Eulate es hombre hidalgo y mantiene caballo y armas a su servicio, le exime del pago de ciertos impuestos, por valor de 50 sueldos.

Tras haber procedido al amojonamiento de los montes de Enzia y Urbasa, se produce el reconocimiento formal de la propiedad, uso y disfrute de los amescoanos sobre las Limitaciones por Carlos III. Lo que se ratifica en Gollano, actuando como Notario Nicolás de Echavarri.

Leonor, reina de Navarra e infanta de Castilla, mandó cartas a Diago de Baquedano, que estaba en misión real en Barcelona. Se pagan los gastos del mozo que las llevó.

Carlos III ordena al Tesorero del Reino, que entregue a su chambelán Gonzalvo de Baquedano, 60 florines, que se le debían por dos corceles que se le compraron.

Gonçalvo de Baquedano, caballero y chambelán, es merino mayor del castillo y de Tierras de Estella.

Diago de Baquedano es merino de la merindad de Olite.

Se pagan a Diago de Baquedano, Maestro de Finanzas, 60 florines, por los gastos que tuvo yendo a Guipúzcoa, con el Procurador Patrimonial, en razón de los caminos de carretas que deben hacerse entre Pamplona y San Sebastián.